Con sobrepeso y una falta de motivación para hacer ejercicio, decidí recuperar el control de mí mismo con un tratamiento de testosterona.
La testosterona realmente provocó mi transformación y mi motivación estaba en su punto más alto. Mi tratamiento fue un verdadero éxito. Gracias a la combinación de la testosterona con una dieta y un plan de entrenamiento adaptados a mi objetivo, perdí casi 5 kg en apenas 8 semanas.
Con 3 tratamientos terminados, hoy peso 88 kg, tengo un cuerpo del que me siento más seguro y estoy lleno de energía.