¡Olvídate de los morfotipos!

Si has decidido iniciar en el culturismo o comenzar un régimen, pronto escucharás hablar de los morfotipos. Se trata de un concepto ampliamente transmitido en el campo de culturismo que te permitirá ubicarte en una determinada categoría morfológica para saber si tienes las habilidades innatas para el culturismo o si, al contrario, por más esfuerzos que hagas, nunca ganarás músculo.

Los morfotipos son tan importantes en el culturismo, a tal punto que algunos ejercicios o regímines basan sus principios en ellos.

¿Qué son los morfotipos?

Un morfotipo es un conjunto de características físicas relacionadas con la genética que definirían a un individuo.

En el culturismo, los morfotipos se refieren a la clasificación del psicoanalista norteamericano Sheldon.

Basándose en sus observaciones, se conservaron tres morfotipos: el ectomorfo, el endomorfo y el mesomorfo.

El ectomorfo: se caracteriza por hombros estrechos, una pelvis estrecha, un rostro rectangular, un tronco rectangular, extremidades largas, una estructura ósea fina, articulaciones frágiles y una musculatura poco desarrollada. El ectomorfo tendría dificultades para ganar masa muscular y peso. Sin embargo, tendría la facilidad de permanecer seco. Dispondría de un metabolismo rápido.

En el nivel del carácter, el ectomorfo hace referencia a una personalidad nerviosa y tímida.

El endomorfo: es lo opuesto al ectomorfo. Sus hombros son estrechos y caídos. Su rostro es redondo y su silueta más bien achaparrada. Su estructura ósea es delgada y engorda con facilidad.

Es de carácter jovial y tranquilo.

El mesomorfo: es el mejor dotado por la naturaleza. En efecto, ya cuenta con una musculatura muy desarrollada. Sus hombros son anchos. Su espalda tiene forma de V. Su rostro es cuadrado y sus extremidades son largas. Tiene la misma facilidad para engordar que para perder peso. Tendría la mejor morfología para hacer culturismo.

Se le asocia con una personalidad bastante enérgica, dinámica, valiente y autoritaria.

Entonces, ¿eres más bien ectomorfo o endomorfo? ¿O puede que quepas en la descripción del mesomorfo?

¿No es fácil de responder? De joven, eras bastante ectomorfo, pero a medida que pasan los años ¿te acercas más al endomorfo? Y por el lado de la personalidad, ¿te parece que las características establecidas son una simplificación un tanto burda?

Sin embargo, algunos entrenadores basan su programa de entrenamiento y régimen en estos tres morfotipos. Entonces, ¿cómo encontrar y, sobre todo, en dónde situarse? ¡¿En dónde ubicarse?! Pero, sobre todo, ¿debemos realmente referirnos a estos morfotipos?

¿Existen verdaderamente los morfotipos?

El nacimiento de la noción de morfotipos se remonta a 75 años atrás. Efectivamente, en 1942, un psicólogo estadounidense llamado William Herbert Sheldon decidió clasificar a sus pacientes en tres categorías, basándose en observaciones fotográficas simples. Mire a su alrededor! L A la inversa, somos delgados porque habríamos desarrollado demasiado nuestro sistema nervioso.

Esto significaría que las personas gordas no serían muy inteligentes y aquellas que son delgadas serían más reflexivas. Este tipo de atajos causan risa. Sobre todo, porque este enfoque no está tan lejos del que se expone en el último siglo. Supuestamente, podemos identificar a los criminales futuros a partir de su morfología: una frente alta, extremidades anchas, labios grandes, cejas proporcionadas.

Todas estas teorías datan de otra época y, fundamentalmente, no se basan en ningún estudio científico.

Entonces, ¿cómo podemos referirnos a un psicólogo del siglo pasado, que no tiene conocimiento de morfología o biología para saber si tenemos la capacidad o no de ganar músculo?

Por otra parte, es muy difícil reunir el 100% de las características para pertenecer a una de estas categorías. Todo el mundo es una mezcla de todas estas categorías.

Cada persona es ante todo ÚNICA.  Ser único es nuestro mayor tesoro. No nos parecemos a nadie más que a nosotros mismos. ¡Estemos orgullosos! Y olvidémonos de los estereotipos prefabricadas, sin base científica alguna.

Cada individuo evoluciona de acuerdo con sus propias características y, por sobre todas las cosas, la maravilla de las maravillas es que nada está predeterminado.

Y sí, lejos de los estereotipos que nos abarcan en la masividad, el flaco o el musculoso, tenemos la oportunidad de cambiar. ¡Mira a tu alrededor! Las personas gordas que cambian sus hábitos alimenticios y comienzan un deporte han perdido sus kilos de más. Otros, quienes disponían de una morfología delgada, se volvieron musculosos gracias a sesiones de musculación.

Para concluir, no hay nada predeterminado. Comenzamos con un potencial de inicio, por supuesto, pero la evolución de nuestra morfología dependerá directamente de nuestro entorno y, especialmente, de nuestro estilo de vida. Ser gordo es más a menudo el signo de una alimentación demasiado grasa, demasiado rica en azúcares y un estilo de vida más bien sedentario.

De ahora en más, olvida los morfotipos y basta de excusas del tipo que eres flaco y nunca podrás desarrollar tus músculos. Tu figura será sólo un reflejo de tu regularidad y de tu perseverancia en tu entrenamiento. Tu figura revelará tu equilibrio de vida y tu régimen basado en alimentos saludables. Como ves que eres el responsable número uno de tu cuerpo y de su imagen. Actúa en consecuencia…

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